En ZECSA continuamos trabajando en varios proyectos de alto grado de innovación, tratando de ofrecer soluciones a las necesidades que existen actualmente en el sector de las energías renovables. Uno de ellos se trata de GIES, un proyecto que ya anunciamos el 10 de mayo. Podéis ir a la noticia y así obtener más información sobre el proyecto en el siguiente enlace.
Con este proyecto abordaremos uno de los aspectos que más dolores de cabeza ha traído hasta la fecha en el ámbito de la producción de energías verdes, el almacenamiento energético.
Debido al carácter transitorio que nos ofrecen los recursos naturales, como pudieran ser los días nublados o los periodos nocturnos en la energía fotovoltaica, o los momentos de poco viento en la eólica, existen grandes dificultades para lograr aprovechar al máximo los recursos naturales. El problema se produce en el desajuste que existe entre el consumo y la producción de energía en determinados instantes de tiempo, siendo imposible hacer frente a la demanda cuando ésta es muy elevada o la producción no es suficiente como para hacer como para cubrirla. Esto produce el tener que hacer uso de fuentes de generación de energía contaminantes o desperdiciar la energía de fuentes renovables cuando no es utilizada.
La solución pasa por poder almacenar toda la energía producida en esos momentos puntuales en las que la producción de energía es mayor a la consumida, para luego ser entregada cuando la demanda fuera mayor.
En los últimos años se ha producido un creciente aumento en el desarrollo de métodos tecnológicos de almacenamiento energético. Una de las posibles soluciones, con las que todos estamos familiarizados, son las baterías eléctricas, que podemos encontrar en numerosos dispositivos de nuestro día a día: smartphones, coches eléctricos, portátiles… pero utilizar este tipo de baterías a gran escala supone un problema muy grande debido a su enorme coste y complicación de ejecución, además de la enorme huella ecológica que deja en su ciclo de vida.
Otro método de almacenamiento energético, que se ha estado utilizando durante muchos años, es el bombeo de agua entre presas situadas a distintos niveles de altura, dejando caer el agua o bombeándola hacia arriba en función del precio de la energía. Este sistema, que es utilizado en centrales hidroeléctricas de bombeo reversible, suponen una inversión enorme en infraestructuras además de un impacto natural enorme, que producen su propia construcción.
Estos inconvenientes hacen necesario de soluciones más creativas, que resuelvan de una manera más efectiva el desafío que supone almacenar energía de forma eficiente respetando el medio, y avanzar así en la carrera a la que estamos sometidos para alcanzar la tan necesaria transición energética.
Aquí es donde ZECSA ha dado el primer paso para el desarrollo de un sistema de almacenamiento totalmente escalable, se trata del proyecto GIES (Gravity and Inertia Energy Storage).
Proyecto financiado por el Fondo europeo de Desarrollo regional (FEDER) y ACIISI - Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información.